Ayúdame a secuestrar al tiempo…
Tuve que secuestrar al tiempo,
él trata de resistir el secuestro…
le vendo los ojos
con las últimas horas angustiadas
por tu partida,
lo amarro
en la silla vacía de mi corazón
utilizando los miles de segundos solitarios,
fundidos al desesperado latir
de no tenerte, de no besarte
le cubro la boca
para que no grite
con un pañuelo tejido con los minutos
abandonados al destierro
Todo se detuvo,
el silencio,
la soledad,
mi sufrimiento
El señor Tiempo deja de resistir,
se convence al verme gemir por tu ausencia,
entonces,
voluntariamente entra
en el inmenso hueco
que dejaste al robar mi corazón…
tick, tock, tick, tock
He vuelto a la vida,
gracias al relojero legendario
del pueblo
que acaba de reparar con éxito
otro viejo reloj malherido.
Imagen pintura del famoso pintor surrealista Salvador Dalí
Nota: Este poema es un humilde homenaje a la excelentísima escritora boricua Zoé Corretjer…
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