Me he dado cuenta que mis pies no quiere estar juntos. Continuamente buscan estar uno detrás del otro, el otro detrás del uno. He comprendido que mis pies son muy inteligentes; con esa actitud sólo están pretendiendo que yo avance. Por eso, ahora siento miedo de que un día mis pies, acuerden quedarse juntos para siempre juntos.
Lo lei hace un tiempo en tu blog, recuerdo que me gusto.
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Hola, Rafael. Sí, ha sido un rescate.
Un abrazo!
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jajaja claro! Hay que rescatar lo bueno. De las cosas que he leido de ti, es el texto que me ha parecido mejor.
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