
Hace tres años que las plazas tomaron la palabra.
Palabras como dignidad, democracia, libertad, recuperaron su significado perdido.
Perdido por años de secuestro en boca de los que no sienten.
No sienten ni en sus corazones de piedra ni en sus oídos vendidos.
Vendidos a los cantos de sirena.
Sirenas vestidas con traje y corbata, y maletines vacíos.
Vacíos de nuestra esperanza; llenos de nuestra miseria.
Miseria de la que se alimentan y siempre quieren más.
Más sacrificios, más comprensión, más paciencia, más solidaridad… con sus bolsillos.
Bolsillos sin fondo, vacíos de dignidad.
Dignidad… La de los indignados. Hace tres años tomaron las plazas para golpear nuestras conciencias.
Conciencias dormidas, anestesiadas, necesitadas de memoria.
Memoria de quienes lucharon sin descanso por construir una sociedad más justa.
Justa reivindicación la del 15M.
Hace ya tres años…
Hace tres años las plazas de España se llenaron de esperanza.
Esperanza de gente que gritaba con una sola voz que otro mundo es posible.
Posible y necesario.
Necesario es que volvamos a despertar de la apatía.
Apatía que alimenta a los indignos (que no indignados), a los que, carentes de vergüenza y sobrados de cinismo e indecencia, levantan la voz en debates vacíos de contenido.
La indecencia se combate en esas plazas que conservan el germen plantado aquel mes de mayo.
Hace ya tres años…
Recuerdo la emoción de aquellos días, la vibración colectiva que se respiraba en el ambiente.
Qué bellas aquellas plazas repletas de personas, de ideas, de deseos, de sueños, de esperanzas…
Repletas de futuro.
Un futuro que es presente y por el que hay que seguir luchando.
Porque hoy los motivos que llevaron a las plazas a hablar, por mucho que las quisieran acallar, siguen más vivos que nunca.
Tres años ya…
Reblogueó esto en la recachay comentado:
Tres años ya desde que personas de todo tipo y condición decidieron decir basta y mostrar su indignación en las plazas de España. El 15M ha sido una de las mejores noticias de los últimos años. Quizás esperábamos más, quizás las cosas no hayan cambiado demasiado, pero el 15M despertó muchas conciencias y significó un toque de atención muy importante al sistema inmovilista en el que vivimos. Tres años después los motivos que nos llevaron a tomar las calles están más vivos que nunca. De nosotros depende pasar a la acción.
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Haremos que pase a la Historia. Será el principio, el embrión de una nueva Era.
Que no nos falte nunca la ilusión 🙂
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Ojalá tengas razón. Saludos!
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Dignas palabras provenientes de un luchador con pluma, merecedoras de ser leidas y sentidas. Un fuerte abrazo desde Murcia.
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Muchas gracias! Un abrazo!
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Benjamín,
De tu blog he aprendido que los tres espacios importantes son portátiles, pero invaden rutas, territorios, montañas y un día son parte del paisaje. Hay esperanza. Me encanta que uses la mochila como símbolo de viajes a lo fundamental… Saludos, enormes saludos para ti y los tuyos.
Venetiana, G. (por si no te acuerdas de mi libro, Blanca, en La Mancha es complicado, edición IBM only)
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Agradecido por tus bonitas palabras. Pau lleva la mochila vacía de pretensiones pero llena de esperanzas, de ganas de aprender y de disfrutar de la vida. Un abrazo!
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Simplemente me pregunto… Que ha cambiado?
Que tan mejor vivimos y de que manera ha influenciado en los que nos dicen por donde caminar a golpe de recortes, miserias y una falta de tolerancia y humanidad total.
Mientras que nos piden moderación, se van subiendo los sueldos, cada vez mas altos, y el ciudadano que les ha votado, revolviendo en la basura para poder alimentarse y son tan lumbreras que les imponen multas, jajajaja. Si las pudieran pagar… seguro que preferirían gastarlo en una comida digna.
Siento que vivo en una dictadura camaleónica, pero se están destapando, se les ve la catadura moral con la que se mueven…
Toda lucha es positiva, estoy de acuerdo, pero para que nos sirve mientras que las cosas estén como están?
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Lo que ha cambiado es que ya nadie puede esconder su verdadera cara. El 15M nos ayudó a abrir los ojos. Ahora lo que falta es vencer a la resignación, un arma poderosa en manos de los que viven a nuestra costa. La lucha es el único camino precisamente para cambiar las cosas. Un abrazo!
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