Mis razones para amarle nacieron antes de usted,
vienen con el nombre que me permite invocar la tarde en sus infinitas horas
y el canto de sirenas
al fondo de sus ojos, sereno tintinear en el aire
como cuerdas de piano en un nocturno,
el cálido consuelo de los días que no esperan.
Callados están los porqué de mis ríos fluyen hacia usted
sin buscar ser frutos, son semillas ocultas en una caracola
sólo son, aún sin ser nombrados,
pequeños trozos de sol,
universo que se filtra entre dos bocas.
Usted es fácil de llevar con una:
en un Diente de león soplado al viento
o en el perfume de cacao que va del paladar a la nariz.
Mis razones para amarle duermen tranquilas en sus manos,
se hilvanan por las noches. Vienen con el oleaje
de la risa bajo la piel.
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Buenísimo, Cristina. No sé que más decir. Bellísimo. Saludos!
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Muchas gracias, mujer. Me sonrojas 😀
Saludos!
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Jaja y ganaste la votación además. Bueno empataste… 🙂
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Jojojo 😛
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Hola de nuevo, Cristina 🙂 Tu obra fue seleccionada para la cuarta edición de la revista. Por favor, llena el formulario que aparece en la parte inferior de esta página: https://saltoalreverso.com/revista/ Gracias!!!
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