Confesiones de un Hombre-Candado


1292_wpm_hiresOtras intentaron entrar
y no lo lograron,
Sabes, te crees la elegida
Pobres de las engreídas,
de ellas será el reino de la soledad

Me coqueteas
en espera que ceda
a tu metálica sonrisa,
casi vampiresa

Te confieso que
tiemblo al verte brillar
y soltar los destellos
de tu seductora mueca

Debo ser fuerte,
no puedo consentir
¿Por qué aceptar que
eres la única para
abrir el portal de mis sentimientos?

Eres tan fría, indiferente,
artificial, insolente,
me lastimas hasta con tu mudez

Temo que me desnudes
y luego
te jactes de tu conquista

¿Qué debo hacer?
¿El destino podrá más
qué el saber que nunca
seré feliz contigo?

Ya estás demasiado cerca
de mis secretos,
y el hueco sigue abierto
en espera que lo habites,
sin esperanzas de evitar
la embestida

Grito,
pero nadie me escucha,
¡Hasta Dios se ha quedado sordo!
irrumpes en mi espacio
más íntimo descaradamente
y rompes
todos los pliegues vírgenes
de mi orgullo

Ya parece demasiado tarde
para pedir que salgas,
el placer ha podido más
que mi dignidad.

Imagen debidamente autorizada y registrada, obtenida de Free Stock Photos.b,2

21 comentarios sobre “Confesiones de un Hombre-Candado

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