…en el puente
sobre la autopista
veo pasar los coches.
Azul, negro, blanco, blanco, azul, rojo, gris, amarillo.
Está atardeciendo y las sombras
se alargan como chicle.
(No se quieren despegar del suelo)
Cuatro chicas –en otro lugar-
dos de ellas con velo
se hacen fotos:
detrás una cascada;
los arreboles se reflejan en su piel blanquísima
y los últimos rayos
de luz
brillan en sus lentejuelas.
-¿O son sus ojos? – Ríen.
Y mientras, pasan los coches :
Azul, negro, blanco, blanco, azul, rojo, gris, amarillo.
Pasan indolentes,
furiosos,
tristes…
Pasan como si a pocos metros de allí
no hubiera unos arces otoñando
en un jardín
de un hospital:
una habitación, una ventana, un amigo
que se va.
Muy bueno
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Muchas gracias. Este poema está dedicado a la memoria de mi amigo Juan que nos dejó una tarde de otoño.
Un abrazo.
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Oh. Hermoso adiós para tu amigo Juan. Un abrazo para ti, Manuel.
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