Creo que sería capaz
de matar a tu padre por volver a verte.
Y así,
encontrar una excusa atroz
para romper el silencio
y el desencuentro que nos separa.
Creo que sería capaz
de matar a Dios
por jugar con nosotros
y abandonarte
y condenarme
Solo
¡Solo!
Hasta creo que podría fingir
ser poeta o sombra de espantapájaros
que riega las flores de plástico
atadas a la farola
que lleva tu nombre.
dedicado a todos esos nombres
atados a una valla o farola
en la carretera
Dolor, dolor…
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Tiene mucha fuerza el poema… me gusta 🙂
Un saludo desde Ecuador.
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