En cierto año del siglo XXII, una nueva modalidad de espionaje empezó a popularizarse. Los delincuentes cibernéticos usaban microdrones para seguir a sus víctimas. Los microdrones enviaban vídeos, fotografías y grabaciones de audio de todo lo que tuviera que ver con el comportamiento comercial y digital de la persona bajo espionaje.
Para los delincuentes llegó a ser muy sencillo recopilar contraseñas incluso sin keyloggers, simplemente revisando los vídeos de la gente tipeando sus claves. De esa manera, muchas personas se enriquecieron ilícitamente a costa de las fortunas de actores, políticos y demás gente adinerada. La gente de clase media y baja rara vez era víctima de aquella forma de robo.
Para contrarrestar aquel molesto mal social, los ingenieros en sistemas biométricos trabajaron día y noche, realizando investigación y desarrollo patrocinado por grandes bancos y empresas que dependían sobremanera de la seguridad de las credenciales de sus usuarios. De esa manera surgió un dispositivo que se implantaba en el cráneo —mediante una pequeña cirugía realizada de forma rápida—, que era capaz de codificar los pensamientos verbales y enviarlos como datos a un servidor.
El nuevo invento revolucionó la seguridad informática. Bastaba con pensar la contraseña y automáticamente se accedía al servicio requerido por el usuario. Los robos mediante los microdrones dejaron de tener sentido y se detuvieron por completo.
Luego de unos años empezó una forma nueva de estafa. Los hackers —mediante técnicas bioinformáticas muy avanzadas— lograron acceder a los dispositivos intracraneales de procesamiento de datos de las personas. Una vez dentro de aquel sistema, eran capaces de copiar —a veces hasta robar del todo— no solo contraseñas, sino también recuerdos importantes para el usuario. Así empezaron los secuestros de recuerdos, un lucrativo negocio mediante el cual se enriquecieron muchas alimañas de aquella época.
Texto: Donovan Rocester
Imagen: Wikimedia
Ciencia ficción?, ya veremos. Me gusta tu relato. Saludos.
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A veces la realidad supera a la ficción. Y a veces eso preocupa :O
Un afectuoso saludo para ti, Lurda. Un placer verte por aquí 🙂
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😊un gusto pasar y leerte
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Pd.: Si no te he invitado, lo hago ahora: https://donovanrocester.wordpress.com/category/narrativa/diario-de-cigarrillos/ … Es la sección más vieja del blog, habla sobre un escritor frustrado, de sus aventuras, excesos y su sombría forma de ver el mundo.
Un abrazo desde Guayaquil.
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me gustó tu relato; interesante y entretenido.
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Me da gusto que hayas disfrutado de tu lectura. Es un placer tenerte de visita por aquí 🙂 Siéntete como en tu casa.
Un saludo afectuoso desde Ecuador.
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Pd.: Si te gusta leer, te invito a una de las secciones de mi blog: https://donovanrocester.wordpress.com/category/narrativa/las-hermanas-encapuchadas/ …. Trata sobre cuatro santas caprichosas que se alimentan de los seres humanos 🙂
Un abrazo desde Guayaquil.
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Será más realidad que ficción. Tiempo.
¡Genial el relato! Un saludo grande
🙂
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Gracias Ann, por tus palabras 😀
Un abrazo guayaquileño.
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Pd.: Si no lo has leído, te invito: https://donovanrocester.wordpress.com/2015/05/30/samsara/ 😉
Saludos sudamericanos.
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Tanto el tono de la ciencia ficción como que me encanta tú estilo para narrar (me recuerda de una manera criminal a Ray Bradbury en Crónicas Marcianas), pero está tan bien retomado que me he fascinado, serás (si escribes sobre ciencia ficción nuevamente), uno de mis escritores favoritos del género, aunque ya de por si lo eres.
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Héctor, muchas gracias por tus amables palabras 🙂
Me alegra enormemente que hayas disfrutado tu lectura. Es un placer tenerte de visita por aquí.
Un saludo afectuoso desde Ecuador.
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Pd.: Si te gusta leer, te invito a mi blog. En esta dimensión de relatos, pensamientos y poesía, hallarás cosas que van desde lo más normal hasta el surrealismo.
Y, dado que te gusta la ciencia ficción, te invito a pasar por otro de mis microrrelatos: https://donovanrocester.wordpress.com/2015/04/26/la-jeringa/ …
Un abrazo guayaquileño.
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¡Hola Donovan! Lo que planteas en el relato me recuerda mucho a la película «The final cut (La memoria de los muertos)», con Robin Williams. Si no la has visto, te la recomiendo. A mí me impresionó mucho. Un abrazo.
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Hola, Margarita 🙂
Gracias por leer y comentar.
No me he visto la película, pero basta que me nombres a Robin Williams como para saber que es muy buena.
Seguiré tu recomendación gustoso.
Un abrazo guayaquileño.
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Todo es cuestión de tiempo.
Un abrazo montevideano, y hasta pronto.
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Así es :O El futuro nos deparará cosas que ahora parecen surrealistas 🙂
Un abrazo desde un nublado Guayaquil, Stella.
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Mi querido amigo, triste y real es lo que pueden hacer personas que utilizan su sabiduría en métodos tan nefastos. Estamos todos expuestos a eso. Un saludo.
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Así es, Carmen.
Genios malvados hay por todos lados.
Un abrazo.
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Oh me interesa tanto lo que sigue a este relato. El secuestro de recuerdos me da para tanto que imaginar. 🙂 Saludos.
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Puede que hayan secuelas de mis microrrelatos, a veces solo salen como pequeños mundos solitarios xD
Pero ahora que me das la idea, puede que lo continúe.
Un abrazo guayaquileño, Crissanta. Gracias por leerme.
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Pd.: Si no lo has leído, te invito: https://donovanrocester.wordpress.com/2015/03/06/para-rasputin-y-lucia/ … es parte de mis incontables relatos de otra dimensión 🙂
Dos abrazos.
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Donovan, podía cerrar los ojos y si alguien me lo leía sabría que lo habías escrito tu. Este estilo tan tuyo. Buenísimo. Felicidades.
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😀 Me has alegrado, amiga, con ese comentario. Muchas gracias por tus palabras.
Bueno saber que estoy obteniendo un estilo propio 🙂
Un abrazo gigantesco, desde un soleado Guayaquil.
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Nada que agradecer. Tienes tu propio estilo y es maravilloso, genial, tuyo. Un abrazo para ti desde un soleado Tejas.
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🙂
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¡Genial! En un futuro próximo,ninguna mente estará a salvo.
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Me alegra que hayas disfrutado de tu lectura, Carlos 🙂
Un gusto verte por aquí, siéntete como en tu casa…
Un saludo afectuoso desde Ecuador.
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Pd.: Aprovecho también para invitarte a pasar por mi blog: https://donovanrocester.wordpress.com/ …
Un abrazo desde Guayaquil.
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