Arreglando mi oficina me encontré con uno de mis reportes olvidados.

¿Qué será del buen Campuzano?

x1/xx/xxxx Al señor Campuzano siempre se lo ve feliz. Es común verlo realizando sus tareas cotidianas con una sonrisa en sus labios y los ojos llorosos. Lo único extraño de él es que casi nunca se despega de sus audífonos.

Siento mucha curiosidad por saber qué es lo que siempre oye. Aprovecharé que la curiosidad me puede, y que el audio del equipo de vigilancia de la oficina está averiado, para realizar el experimento #3 de posesión interdimensional.

x2/xx/xxxx He logrado hackear la contraseña y acceder a la mente de un compañero de trabajo de Campuzano, pero aún no puedo lograr una transferencia estable de datos con ella. No puedo arriesgarme de nuevo.

x3/xx/xxxx Es la primera vez que logro una transferencia de datos estable, al fin podré transferir mi conciencia a una mente humana en vigilia.

x3/xx/xxxx Inicio de la transferencia de la mente del ser interdimensional #21 hacia un cuerpo humano. Amo ver esas letras en mi monitor.

x5/xx/xxxx 17% de transferencia

x7/xx/xxxx 33% de transferencia

x10/xx/xxxx 77% de transferencia

x21/xx/xxxx 100% de transferencia. Tengo acceso al sistema nervioso de este ser humano. Procedo al uso del nuevo hardware.

x22/xx/xxxx Lograda la funcionalidad del 100% de los periféricos del cuerpo en cuestión. Me quedan 24 minutos humanos de conexión estable.  Esperaré paciente el momento en que Campuzano vaya al baño para tomar su reproductor de música y saciar al fin mi curiosidad.

x22/xx/xxxx He accedido al reproductor. Solo escucho las risas, llantos, balbuceos y palabras de un bebé. El tiempo se acaba. Regresaré mi mente a mi dimensión.

x22/xx/xxxx He vuelto a mi oficina a retomar mis actividades. Luego revisaré los resultados del experimento #3 de posesión interdimensional.

Al revisar los resultados y analizar los registros del Caso Campuzano, llegué a enterarme de que el señor Campuzano había perdido a su hija de dieciocho meses en un trágico accidente. Campuzano perdió la cordura por aquel incidente y fue internado en un hospital psiquiátrico durante ocho meses. Al salir del hospital, Campuzano recuperó las ganas de vivir, pero adquirió una obsesión: oír continuamente grabaciones de audio que contenían el sonido de las risas, llantos, balbuceos y primeras palabras de su hija, para así recordarse que fue un buen padre que la hizo feliz durante todo el tiempo que ella permaneció en el mundo humano.

¿Cuándo lograré más tiempo de conexión estable para estudiar a profundidad las estructuras neuropsíquicas del ser humano?

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Reportó para ustedes, el #21.

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Texto: Donovan Rocester

Imagen: Compudemano