Al verte desnuda,
esbelta,
fría y pálida
me enloqueces.
Es increíble que al tocarte
con mi flama,
enciendas tu piel
y vibres.
Esquivas mis ojos
cuando me deleito
con tu figura.
No entiendo por qué
tus hirvientes lágrimas
se escurren a toda prisa
moldeando tu vientre.
Sé que esperaste con paciencia,
derrites tu carnosa virginidad
ante mi virilidad implacable.
No quiero que este momento se acabe,
que desaparezcas como las otras,
estoy harto de tantas mujeres-velas,
prefiero interrumpir por hoy esta venganza.
Es mejor apagarte
y me dures al menos otro día.
Reblogueó esto en edwincolonpagan.
Me gustaMe gusta
Encantadoras metáforas. Gracias Edwin, me ha gustado mucho.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Gracias amigo, un honor el comentario y viniendo de un gran poeta como vos, más todavía. Lindo día amigo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Apagas la dosis pero no la pasión. ¡Qué buen remedio!
Un abrazo, Edwin.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Jajaja… sabía que te iba a fascinar el remedio. Besotes querida amiga!!!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Muy bueno, Edwin. Muy bueno. Abrazos.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Estoy inflado de orgullo y emoción que tres grandes artistas de Saltoalreverso les haya gustado mi poesía. Es que de tanto leerlos y disfrutármelos, estoy aprendiendo de vosotros mis queridos amigos… Abrazos y besotes a todos por allá.
Me gustaLe gusta a 1 persona