Como una línea azarosa sobre la hoja en blanco, se asienta el rumor de la noche sin respuestas.
En el balcón de diálogo con los muertos, el silencio que todo lo aturde, es el pozo de las dudas, de los días.
A la sombra del helecho triste, con sus lágrimas secas a punto de echar a volar, amordazadas, duermen las manos.
¡Qué bonito escribe usted!
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Muchas gracias Carlos. Un abrazo
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Reblogueó esto en La chica del bolígrafoy comentado:
Fotografías con encanto.
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Melancólico y bello. Besos, Cristina.
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Gracias Carla, besos.
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bello, muy bello…
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Gracias:)
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