Marissa era virgen. Miraba en el espejo cómo había cambiado su cuerpo y disfrutaba de su apariencia. Sus senos habían crecido hermosos, grandes y redondos. Sus caderas curvas, sensuales. Se daba cuenta de que era muy valiosa y que si encontraba al hombre correcto, él pagaría lo que fuera por el corcho que tenía entre sus piernas.
Imagen: pixabay.com
Reblogueó esto en melbag123y comentado:
Publicado en Salto al reverso.
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¡Caramba! No me imaginé el final.
Tocas muchas cosas con pocas palabras, así es la esencia del microcuento. Julio Cortázar decía que el cuento debe ganar por K.O., yo creo que recibí uno aquí.
¡Buen trabajo, amiga Melba!
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Gracias, Donovan. Me alegra que te tomara por sorpresa. Un abrazo.
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Conciso, dices todo en pocas palabras, me gustó.
Abrazos de luz
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Gracias, amiga. Me alegra que te haya gustado.
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