I
Por cada canción viva en este mundo, en otra dimensión existe una persona.
Cuando una canción muere en este mundo, a causa del olvido,
la persona equivalente desaparece allá.
En el mundo de las canciones se dedican personas.
Cuando una canción le dedica tu persona a otra
ésta se pone muy contenta y pega brincos hasta el cielo.
II
En otra dimensión, muy distinta a esta,
un hombre pequeñito hace un picnic
luego de caminar por un valle exuberante y hermoso.
El paisaje está poblado por largas y castañas plantas.
Aunque son enredaderas, están muy lacias y sueltas.
El hombre pequeñito disfruta de pasar sus manos por ellas.
III
Una canción suena, el hombre pequeñito silba luego de su picnic.
El valle tiene forma de pabellón. El hombre pequeñito silba feliz.
El valle se eriza. El valle sueña. El valle duerme contento.
El silbido es una canción nueva.
Una canción pequeñita acaba de aparecer en este mundo.
Una persona equivalente acaba de nacer en el mundo de las canciones.
Texto: Donovan Rocester
Ilustración: Blacksmith Dragonheart
¡Genial! Hermoso… y esta vez me refiero al poema, no tanto a la ilustración, jejejeje.
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Ambos 🙂
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Jejeje, gracias 🙂 Qué amable.
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¡Qué bonito! ¡Y qué acertado!
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