El momento más desesperante de despertar es cuando abro los ojos y aún está oscuro. No solo la oscuridad es lo único que me causa incomodidad; también la parálisis de sueño. He aprendido que debo esperar un poco a que el efecto pase sin más por mi cerebro, abra los ojos de verdad y me pueda mover. Entonces, me relajaré un poco y pensaré en algo bonito. No me viene nada a la mente salvo esta pregunta: ¿así se sentirá estar muerto? Tal vez sea así; ver como abandonas tu cuerpo, mirar cómo estás postrado en la cama y flotas… No, eso de flotar es algo de la metafísica. No creo mucho en eso de los viajes astrales y el hilo de plata. Si pudiera reírme lo haría, pero estoy inmovilizada por un mal funcionamiento de mi cerebro. Antes tenía pánico de esa enfermedad que aparentaba la muerte, catalepsia, pero leí en un sitio de internet que eso no existía que era solo una leyenda urbana y que en realidad nunca había existido un caso auténtico ni documentado de ese supuesto desorden. Eso sí debe ser irreal: despertarse en un féretro o peor aún, dentro de un horno crematorio… ¡Qué risa! Eso sí es una broma macabra.
A veces me pregunto ¿cómo será el día de mi muerte? ¿Moriré joven o llegaré a ser una anciana? Los que mueren jóvenes tienen más tiempo para estar muertos. Mi familia estaría muy triste; mi madre deshecha en llanto y mi padre con su imperturbable gesto en la cara. ¡Jodido cliché! Mi hermano creo que aún no tiene edad para saber sobre la vida o la muerte. Lo extrañaría mucho. Me enfurece pensar que me desnudarán para ponerme mi vestido blanco favorito, ¿serán los de la funeraria o mi madre? Si fuese mi madre, ya no tendría que explicarle lo del tatuaje, pero los de la funeraria quizá tengan parafilias y me toquen los senos y la vagina; en fin, podrían hacer cualquier cosa conmigo en ese momento de indefensión. Da lo mismo. Ya no sentiré nada, pero existe la posibilidad de que mi alma contemple tales atrocidades. Creo que ya estoy regresando. Escucho voces lejanas, pero no puedo reconocer ninguna de ellas. Ahora siento dolor en los ojos… Puedo ver luz, pero no puedo enfocar; me siento como aquella vez que bebimos vodka con Red Bull en el colegio, en una de las horas libres. Todo da vueltas a mi alrededor o yo estoy dando vueltas. ¡Vaya manera de despertar! Sigo sin poder moverme.
—Doctor, la paciente está parpadeando. Abre y cierra los ojos como si quisiera enfocar.
—Es normal. Habrá días en que permanezca con los ojos abiertos durante largo tiempo. También pueden tener espasmos. Es importante que no se comente de estas reacciones a los familiares para no darles falsas esperanzas. Procederemos a colocar el tubo gastrointestinal.
Mejor cerraré los ojos. Esta pesadilla es demasiado lúcida y no puedo fijar la vista en un punto. Sentí un dolor agudo en mi estómago. Ya quiero despertar. ¡Por favor que ya pase! Sigo escuchando voces a ratos. No debo desesperarme, pensaré en algo bonito para despertar de una buena vez. Ahora escucho las voces de mis padres. Mi madre llora y mi padre contesta monosílabos. Abriré los ojos para verlos.
—¡Doctor! ¡Abrió los ojos, lo acabo de ver! —dice mi madre
—Es un movimiento que nada tiene que ver con la actividad cerebral. Lamento decir que no significa un síntoma de mejoría. No podemos hacer más, solo esperar.
Escucho que las voces se alejan. ¿Estoy muerta? ¿Qué demonios está pasando? ¡Ay, no! ¡Muerta no!
—Hola, linda, soy tu enfermera —dice otra voz que no conozco—. La vamos a pasar muy bien. Vas a estar un largo tiempo aquí y voy a hacer que sea placentero.
Abro los ojos e intento mirar a quien me habla. Sigo sin poder enfocar, pero siento que una mano se desliza por debajo de lo que traigo puesto; toca mi pierna, mi vagina y luego mi seno y no es mi alma la que está contemplando esto.
Reblogueó esto en Palabras Comunesy comentado:
Colaboración del mes de julio en Salto al reverso.
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Buenísimo.. Una entrada mía (Minuto de libertad) comienza de manera similar y dice así:
Abrí los ojos repentinamente. La oscuridad inundaba mis sentidos.
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Muchas gracias por leer y comentar. Cuántas sorpresas nos esperan siempre al abrir los ojos. ¡Saludos!
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Ciertamente perturbador. Un placer leerte, Carlos. Abrazo 🙂
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Muchas gracias por tu comentario, Carla. ¡Un fuerte abrazo!
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¡Guau! Qué bueno ese final tan bien construido. ¡Felicidades!
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Un honor, Benjamin. ¡Muchas gracias! ¡Saludos!
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Sos algo perverso, Carlos. No, es broma. Me gustó mucho. Abrazos.
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Es tan solo una transcripción nada optimista de lo que puede ser la realidad para un paciente en coma. Muchas gracias por leer y comentar, Mariel, un abrazo.
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Felicidades, tu obra ha sido seleccionada para formar parte de la antología anual de Salto al reverso. Para que podamos publicar tu obra, es necesario que llenes el siguiente formulario: http://www.emailmeform.com/builder/form/Z538n8PeM0k2sL3ocm3v5c609 También es necesario que envíes la imagen de tu obra en la mayor resolución que tengas (envía tu archivo original) a saltoalreverso@gmail.com. ¡Gracias!
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Me recordó a Almodóvar… saluditos!! 😀
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Favor que me haces. Gracias por leer.
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