No hay lunas para su piel,
duerme el sol,
mientras otros sangran hiel,
tú desnudas mi voz.
Este apetito infiel
busca en el dolor
la verdad sin algún bien,
simplemente no.
Rasgo,
urgo,
busco,
desato.
Escuecen su labios de miel
en mi boca el dulzor,
un gemido al cien
hace gritar al sol.
Amanece ella en mi piel
de donde soy color,
fragancia de viento y carrusel
rozan el ardor.
Precioso, me encanta!
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Gracias hermanita
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A ti por letras tan bellas!
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Menos es más muchas veces. Yo reduciría el contenido, aunque lo veo muy bien escrito,
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