Lo haré,
aunque primero
déjame terminar a solas
esta copa
y sentir, una vez más,
el suelo endurecido
sin alfombras.
Manosear con suavidad
este sol
que prende fuego a la calle
y se restriega contra los edificios,
desangrándolos,
anaranjándolo todo
antes de entregarme
a toda la sed
que te prometo.
Lo haré,
porque el sin ti de hoy
contuvo en tu boca
la i más larga y sostenida
que cabe imaginar
y no se consume
desde entonces,
como una llama inagotable
de napalm
que se expande
arrebatándole el oxígeno
a nuestra habitación.
Lo prometo, sólo eso,
pero lo haré
porque esta vez
la derrota
ha caído demasiado cerca.
Sin nada que añadir👌
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Muchas gracias Marina.
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A ti😊
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Buen poema, me gusta mucho. Un abrazo!
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Muchas gracias Pedro.
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Conozco ese sol que que «prende fuego», «anaranjándolo» todo. Se siente una nostalgia ruda. Bienvenido a Salto al reverso, Alberto.
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Muchas gracias por el comentario Crissanta. Ese es el mejor sol y hace tiempo que no sale.
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Magnífico. Nuestra enhorabuena desde pluma de pato.
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Palabras con mucha fuerza.
Bienvenido, Alberto. 🙂
Saludos.
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Bienvenido a Salto al reverso, Alberto.
Un saludo afectuoso desde esta dimensión.
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