Azul


Azul. Todo es azul. Mis ojos se van para atrás, fugaces, esquivos. Siento la victoria, el éxtasis puro reservado casi exclusivamente a reyes e idiotas.
El fluido me posee y me lleva a ese lugar donde solo estoy yo, y estando así de solo, no puedo sentirme más acompañado. Azul, todo-sigue-azul.
De pronto salgo, lo miro a él. Él ríe. ¿Y, cómo te estás sintiendo, pibe? Y yo quiero decirle, quiero decirle que el ser está ahí, escondido entre esos pastitos, al alcance de cualquiera. Pero le digo bien. Bien de bien. Porque decirle otra cosa no tendría sentido, porque el lenguaje es nada más que un manotazo de ahogado, un intento inútil de comprensión.
Andá al kiosco, que falta Sprite, le digo.

Somos una comunidad, comenta y responde

Por favor, inicia sesión con uno de estos métodos para publicar tu comentario:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.