Ya pasaban diecisiete minutos de las cuatro, y yo sin ponerme manos a la obra. La noche anterior me había acostado tarde.
Tenía que ser rápida pero, sobre todo, inteligente.
Había estado pensando en cómo deshacerme del cuerpo de Sara, que ya descansaba inerte en el maletero de mi coche. Tuve que romperle las piernas para que cupiese. Vaya ocurrencia.
Verme expuesta por obligación a una situación de tal calibre en la realidad me excitaba. Yo, que me pasaba horas mirando esos programas de crímenes que ponían en la televisión todos los días, tendría que tener material de sobra para llevar a cabo la acción. Estaba claro que me iban a pillar. Lo sabía, pero la idea me gustaba… La sensación de que todo terminaría rápido nacía en mí de una manera extrañamente apasionada.
Sin duda, el error, del que yo no tenía culpa alguna, había sido empezar por el final; la mayoría lo hace así. No resulta original.
Sé que no te gusto y que te recuerdo a tantos otros como yo. Quizás,si practicases un poco más…
Dejé caer la cabeza y sentí un latigazo en las cervicales.
¡A la mierda! A volver a empezar, ¡joder!
¿Está seguro de que quiere abandonar la aplicación?
Es posible que los cambios no se guarden…
Buenísimo. Final inesperado, jaja. Saludos.
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Muchísimas gracias, K.!😀 Abrazo grande
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Anda la leche, andabas jugando, ajajaja, que bueno.
Besos primor.
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Jajajaja síiii jijiji
Muchísimas gracias, María
Un besazo enorme
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Muy bueno, con un final contundente, me encanto. Felicitaciones y gracias !!!!
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Muchísimas gracias, Marcelo😀😀
¡¡Me alegra muchísimo que te guste!!
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