Agrego mi falta total de lectura,
¡¡Ay, Pedro!!, ¡¡Pedro!!, ¡¡Pedro!!,
si no fuera por Roberto
no te encuentro.
Él dijo que sin ser poeta
eras el mejor de su generación,
al leerlo pienso en su razón,
pero ambos están muertos.
Alabaste su discurso
de Setiembre de 1986,
quiero decir,
eso pensaste al leerlo,
cuando acá
la magia de la democracia
embobaba a los pocos ilustrados
pero ávidos de sus intereses.
Me despido de ustedes
para no confundir
si este poema era
para la moto de Roberto,
las letras de Pedro
o un desencuentro
con la poesía chilena.