Te había olvidado,
vida,
de tanto pensar en tu opuesto,
en tu contrario,
(muerte),
de tanto desearlo
por su luz atrayente
y luego rechazar
su orden impaciente,
de tanto retarlo
por su golpe intempestivo,
hiriente.
Te había olvidado.
Pero alguien dijo tu nombre
y (re)sentí en mi cuerpo
la vez última
(¿la única?)
que me habitaste entera,
estallando cada segundo
en cada célula,
como un principio de año,
como una primavera eléctrica.
Nunca había sido tan mía,
tan tuya.
Y entonces amé,
porque no había otra vía,
con toda tu fuerza,
a tu manera,
la única.
Y (del fin) de ello
(re)surgió tu opuesto,
tu contrario,
la devastación del alma,
la espada.
Y ahora que ha vuelto
en quebranto,
en separación herida,
despiadada,
ya no quiero llamarlo,
desearlo.
Prefiero volver a ser tuya,
vida,
a tu manera eterna,
la única.
¡Me encanta!
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Pedazo de poema Carla. Es genial. De los mejores que he leido últimamente en todos los lugares… A veces la vida nos pone en lugares complicados y solo algunas personas especiales pueden hacer de eso algo bello.
Precioso repito.
Un abrazo.
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Ay, Manuel. Humildes gracias por esas palabras. Me dan ánimos tanto para escribir como para seguir adelante. Un abrazo fuerte a ti, poeta.
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Reblogueó esto en La realidad alternay comentado:
Comparto aquí mi participación en la convocatoria «Vida», de Salto al reverso.
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¡Gracias por participar en nuestra convocatoria «Vida». Tu obra será publicada en nuestra «Antología II». Por favor llena el siguiente formulario antes del 15 de octubre: http://www.emailmeform.com/builder/form/AHcfd7exb0IffuNta1.
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Hermoso e interesante poema.
Saludos afectuosos y mis condolencias sinceras desde esta dimensión.
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Muchas gracias por leerme y por las condolencias. Abrazo.
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