Mi padre era astronauta,
desde pequeño contaba
sus aventuras fuera del planeta.
Miraba sus ojos llenos
de esas historias,
le veía volar en cada efecto especial,
él también me miraba,
según reaccionaba
urdía espectaculares momentos
en cámara lenta.
Cuando rendido por el sueño,
sellaba mi frente con un beso,
su frase favorita,
buenas noches, capitán.
Me encanta, me encanta de verdad.
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Muchas gracias, a partir del poema decidí escribir un cuento que está lejos de terminar.
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