A mi madre
Que mira, que mira,
que mira cómo vengo.
Oliendo mariposas
siguiendo flores bordadas de tu pañuelo.
Que mira, que mira,
que mira cómo vengo,
dando alas a los charcos.
Nubes que has pisao de mi firmamento.
Que mira, que mira,
que mira cómo vengo.
Cantándote sin la pluma de la gallina,
ni la tinta del calamar.
Sino dándole un nuevo día
a la noche que ya se va.