Hace tiempo que, en los palacios de oro,
ya no tienes la piel de esas noches.
El lunar donde cabe un mundo tan intenso.
Desmesurado, pero que me hace soñar
despierto, lo cual es un poco más de vida.
O todo lo que será felicidad.
Pero sí pienso en un calendario.
Ahora los zapatos se lustran con sangre.