
Tiempo de pasar,
momento de cultivar,
hora de regar.
Un reloj pulsera caído en desuso se acuna entre el follaje de las plantas rastreras en un patio montevideano, como vestigio de un duende travieso que todavía pulula por los parques.
Tiempo de pasar,
momento de cultivar,
hora de regar.
Un reloj pulsera caído en desuso se acuna entre el follaje de las plantas rastreras en un patio montevideano, como vestigio de un duende travieso que todavía pulula por los parques.
Reblogueó esto en El blog de Fabio.
Me gustaMe gusta