Por: Anauj Zerep
En el #ReversoDelTiempo fui un vasto campo de rosas, lirios y orquídeas.
Su aroma era fragancia de amor.
Mi fuerza interior era como roca fuerte, grande y poderosa,
parecía que nada me derrumbaba.
Llegó el viento del desprecio, convertido en tormenta, me fraccionó.
Y de las fracturas brotaba el agua de mi interior.
El manantial se secó, el desierto se formó.
En mi mundo solo hay dunas de dolor,
he perdido tu amor.
Las cactáceas abundan y sus espinas aumentan el dolor.
Hoy, no hay sol, no hay calor, solo frío que hiela el alma.
Es una tormenta, no hay calma.
Ráfagas de viento helado azotan los pequeños brotes que se niegan a morir.
Soy un corazón desierto, un alma desolada en espera de la lluvia que me haga renacer.
Renaciendo mi ser, floreciendo en la ternura de un amor inmarcesible.
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