El caso fue cerrado por falta de pruebas, pero el hecho es que alguien se ha robado el mes de abril. Inexplicablemente el atraco más insólito de la historia solo fue difundido en una canción. Se desconoce con qué intención el ladrón huyó con esos 30 días del calendario. La gente tira de donde puede con esta condenada crisis y, sin embargo, pudo haber atracado diciembre o los meses de verano que son los más jugosos del año. Nadie se explica quién se ha robado el mes de abril, pero se ha detectado un paquete de días que ya cotizan en bolsa y es que el tiempo ahora es un bien escaso tal vez más volátil que el capital financiero que el dinero o que la vida misma.
¿Cómo pudo sucederme a mí?
Muy bonito.
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Gracias Carlos. Abrazos
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¡Abrazo!
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