La imperfección dada por pensamientos y los sentimientos que una persona puede tener, contrario a lo que se piensa, ahí radica la belleza y nuestra mayor imperfección, nuestra decisión de elegir, de latir sin sentido y encontrar en momentos, esencias imperfectas que nos hacen aprender y reír, llorar y encontrar en cada destello, eso, saber que nunca nada es cierto del todo y por eso todo es posible y todo cabe en nuestro mundo. La imperfección de poder crear otros mundos y creer en ellos sin verlos.
No necesitamos máquinas para buscar la perfección, nunca lo seremos ni deberíamos querer serlo, podemos crear cosas perfectas, igual no para ti, pero si para algún sentido o persona perdida o encontrada, o capaz que al revés, solo para ti, o para las matemáticas o para cualquier cosa, pero siempre contigo.