Iluminada por el sol,
arranca a besos,
mordidas,
la serenidad
duramente adquirida.
Cierra los ojos,
conversa,
entreteje
collares
con serpientes:
una perla,
una cuenta
de oro blanco,
un brillante,
un aro
de humo,
ceniza.
Termina,
remata el extremo
con un nudo
corredizo.
Encendida por el sol,
muestra reflejos,
razones,
esencias
e indicios.
Abre los ojos,
recuerda,
sujeta
collares
con esquirlas.
Acaba,
remata el final
con un nudo
de infinito.

Me encanta! Besos.
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Me gusta mucho tu poesía, y este poema no hace más que confirmar ese hecho ✨.
Saludos afectuosos desde esta dimensión.
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