
Hay días en los que el alma pesa, la vida duele y los pies no avanzan.
Esos días en los que, queriendo, se corta el aire, se alarga la sombra, el grito se ahoga.
Hay días en que se espera la noche como el desenfreno del mar golpeando las rocas.
Días en los que te amo y no te tengo, madrugadas que hielan un deseo sin cuerpo.
Hay días donde las nubes se ocultan, el sol es etéreo y la lluvia no moja.
Esos días llenos deshojando las horas contigo pero sin ti, a destiempo…
Lánguidas, indomables, rotas.
Hay muchos de esos días, tantos como heridas.
Hay días en que es mejor no ser. ¡Hermoso poema!
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Totalmente de acuerdo. ¡Muchas gracias por tus comentarios! 🙂
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Hay días así. Casi a diario…
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