Logré capturar el tiempo en un instante:
robé una imagen fija de la realidad
solo para obtener una descripción exacta
de aquello que separa la fantasía de la verdad.
Es la explicación de la belleza concreta,
refinada y despojada de todo lo banal.
Sobriedad visual que juguetea con la sensualidad
como lo haría la luz con la oscuridad.
¿Cómo describir la fuerza que emana desde una dimensión?
Líneas que hipnotizan y transportan a un lugar mejor:
a un laberinto delineado por un elegante color.
De repente, aparece una galaxia con dos soles que emiten luz sin piedad
y ejercen una irresistible atracción de la que no se puede escapar.
Aventurarse a explorar ese universo a pie
orbitando definidas trayectorias curvilíneas
que detonan una deliciosa explosión cósmica.
Pulverizado y confundido con el perfume estelar,
abre los ojos este insolente cosmonauta;
es hora de poner los pies en la tierra
después de viajar a través de las estrellas,
e inventando nuevas teorías de astronomía
en un ciclo eterno seguiré mirando
tu fotografía.
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Primera colaboración del año en Salto al reverso.
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