Estoy hecho del desorden
de las cosas
que más llevo conmigo,
me propongo erguido
moverme,
y solamente estoy quieto,
aunque esté hecho
de pequeños movimientos,
pero no solo yo, sino todo,
ese todo en el que también
está nada.
Es vital
darse cuenta
de lo que implica
estar vivo,
no vayas a salir sin ti,
llévate contigo,
vete a vivir
que flotas,
siente el proceso
de oxidación
saliendo por la nariz.
Todo, hasta nada,
está vivo,
se mueven
los soldaditos de plomo
por la noche,
bailan las zapatillas
debajo de la cama,
las macetas
respiran.
Y lo normal,
es que en mitad
de este frenesí,
nos hubiésemos
quedado sordos,
pero en este ruido,
podemos estar tranquilos,
nadie nos escucha,
porque nadie nos pregunta.
Enrique Urbano.
Debe estar conectado para enviar un comentario.