Solo quiero hablar del día a día,
del apresurado caminar para llegar a casa,
de la mirada cansada que no quiero capturar
y ver tu documentada marcha diaria.
No quiero molestar tu huella ya marcada,
que de solo sentir mi presencia
se podría suspender lo que ya
está establecido como camino.
Estaré atento, callado y sumiso
a tu transitar.
Para tus ojos solo seré un elemento más
de la cotidianidad de la calle.
Así podré percibir
lo congénito de tu caminar.

Debe estar conectado para enviar un comentario.