Admiral Scheer (collage y pintura), serie Azules y Rojos, pasado continuo
«Cuando terminó la guerra yo solo tenía cinco años, pero me acuerdo perfectamente de que, durante los años posteriores, me estuve despertando aterrada cada noche soñando con el ruido de las sirenas que hacían que la vida se congelara en cualquier instante y fuéramos corriendo al refugio más cercano. Recuerdo levantarme bañada en sudor frío gritando: ¡Los pitos, los pitos!».
Always Black (collage y pintura), serie Azules y Rojos, pasado continuo
«La mayoría de la gente, vestía ya con harapos. Y vestidos y camisas eran remendaos una y otra vez, durante años. Algunos incluso iban descalzos. Y fue entonces que Argentina mandó un cargamento enorme de grandes sacos de trigo para la población en hambruna. Recuerdo la mirada sagaz de algunas mujeres, comprobando y estirando la lona. Y como poco después, las sacas se habían transformado en todo tipo de bragas, calzones y ropa interior».
«Recovecos oscuros» (collage y pintura), serie «Azules y Rojos, pasado continuo».
«Su marido se encontraba desaparecido desde el inicio de la guerra. Y de eso ya había pasado más de un año. Un buen día empezamos a notarle el embarazo. Y mientras iba creciendo su tripa, se incrementaban a su vez los rumores malévolos, los insultos en voz queda y las miradas de reprobación y lascivia. Fue la comidilla del pueblo esos años en lo que no había nada que llevarse a la boca. Tiempo después, y solo al acabar la guerra, descubrimos que muchos de aquellos maridos, hijos, mujeres, vecinos o primos que dábamos por huidos o desaparecidos, realmente habían estado durante todo ese tiempo, escondidos en habitaciones dobles tapiadas con armarios o estanterías y en cobertizos o zulos en medio de la nada. Algunos salían en mitad de la noche para estar junto a los suyos; otros habían permanecido años encerrados en antros y agujeros a los que no llegaba luz alguna. El marido de la mujer embarazada había sobrevivido dentro de un pozo gracias a que su esposa le llevaba comida y cargaba al hijo de ambos rodeada de murmuraciones e insultos. Mientras ella callaba».
Corral (collage y pintura), serie Azules y Rojos, pasado continuo
«Por muy humilde que fueran las familias, casi todas tenían en casa un corral o un gallinero en sus patios. Mi abuela tenía gallinas y una cabra de la que sacábamos la leche. Y algunos vecinos incluso criaban con esmero un pobre lechón al que alimentaban con cáscaras de fruta y ojos golositos».
Cartilla de raciocinio (collage y pintura), serie Azules y Rojos, pasado continuo.
«Cada familia tenía una cartilla de racionamiento a la semana. Según las provisiones, unas veces incluía arroz o garbanzos, o… Pero en ningún caso azúcar o café. Al final, cada uno vendía lo que tenía y el estraperlo se adueñaba de las calles».
Arrestaban a alguien y, en muchos casos, no se volvía a saber de él o de ella. Las tapias de los cementerios amanecían cada vez más agujereadas y teñidas con más manchas rojizas; pero los cuerpos pocas veces aparecían.
Y las familias no sabían hacia dónde dirigir sus flores, sus respetos, sus rezos o lloros. Siquiera sus maldiciones.
No sólo asesinaban a sus vivos, sino que a su vez les robaban sus muertos.
Practicidad (collage y pintura), serie Azules y Rojos, pasado continuo.
Las pinturas pertenecientes a Azules y Rojos materializan memorias y escenas vividas por supervivientes de la Guerra Civil española y las contraponen y posicionan en su legítimo lugar físico y concreto en la actualidad. Todo acontecimiento se desarrolla y sucede en el mismo espacio solo que en diferentes líneas temporales. Y el amasijo de historias compartidas crea un conjunto de collages de realidades complejas y fragmentadas donde pasado y presente coexisten en una retroalimentación continua.
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