Mi padre astronauta


Mi padre era astronauta,
desde pequeño contaba
sus aventuras fuera del planeta.

Miraba sus ojos llenos
de esas historias,
le veía volar en cada efecto especial,
él también me miraba,
según reaccionaba
urdía espectaculares momentos
en cámara lenta.

Cuando rendido por el sueño,
sellaba mi frente con un beso,
su frase favorita,
buenas noches, capitán.

mi cabeza


Bangkok aeropuerto

mi cabeza

es una pecera

donde los peces giran y giran

y giran locos.

alguien los echó de comer

alguien extraño

alguien

que siempre estuvo ahí —agazapado—.

 

(El otro día vi un gazapo / lo vi un instante que pasaba con el coche/ antes de salirme de la carretera/ y comprendí inmóvil/ el porqué alerta y frágil de esta palabra: como la vida./ Es un algodón que huye/ entre pequeñas nubes de polvo).

 

mi cabeza

tiene forma de casco de astronauta

que mira las estrellas

(Porque esa luz/ o cualquier luz/ puede ser una estrella que ya no existe por ejemplo).

que tiembla —como yo— y gira

y giran y giras alrededor

de la farola la polilla —apagada—.

las farolas, me refiero.

y el sol sale a ratos y  esa luz

blanca como al nacer

nos ciega y la música en silencio y nosotros

obscenamente tristes seguimos

sin encontrar respuestas en la cocaína

y ya toca mirarnos

nuestras caras leprosas saliendo de la discoteca.