Tiempo atrás, el lirio blanco se balanceaba
entre las zarzas. En el Jardín de las Adelfas
entre nardos y azucenas, bailaban rosas,
claveles, celindas, pensamientos, narcisos
y cardos. Dos pasos errantes destrozaron
gran parte de sus ramas mas el lirio se
recompuso. Llenaba su pequeña corola de
agua, allí vendrían los gorriones a beber
llevándose las perlas de su cabeza entre
sus piquitos dorados. Sus maltratadas hojitas
no servían para lucirse, aunque taparan a las
hormigas de las lluvias más violentas. Las hormigas
agradecidas, regalaban a su tronco una lluvia de
cosquillitas de cerezas.Tiempo atrás, al lirio
blanco lo quisieron cortar para ponerlo en un
jarrón de cristal. Prefirió hacerse invisible
haciéndose una lamparita para todos los insectos
voladores y hormigas que ansiasen verlo brillar.