
«Ni en el ambiente,
ni en lo que ven tus ojos.
La respuesta está en aquello,
en la gran obra, la tuya».
¿Qué ven mis ojos, ahora que mi vista ha vuelto?
Una restricción y un juramento.
Árboles de mango. Un par de pájaros en el alambre y otro más allá.
Una gran obra. Aprendizaje.
¿Qué ven los ojos de un prisionero de guerra?
Miseria. La muerte que vigila. El eterno plan de huida.
El último escape.
Desesperación. Culpa.
¿Qué ven los ojos de un muerto?
Nada.
Nadie.
Nunca.
Debe estar conectado para enviar un comentario.