El vaquero luego de masacrar la tribu se lleva el trofeo a su casa. Se quita el sombrero, guarda el pañuelo, las pistolas y el cinturón. Él engancha las botas y se desnuda frente a esta princesa indígena. La piel roja es una fiera en el colchón. El jinete se cae de la silla salvaje dos veces. El humo de la coca lo embriaga y desorienta. La apache suelta un grito iracundo, lo amarra con la soga a un lado de la cama y después de un beso rabioso le arranca el cuero cabelludo.
Ella se lleva su trofeo, pero en esta ocasión no tiene a nadie de su familia con quien compartirlo.
Imagen sacada de http://www.fotolog.com/psicopompa/36015981/