Comunión (collage y pintura), serie Azules y Rojos, pasado continuo
«Al arder las iglesias, la mayoría se habían consumido casi en su totalidad hasta solo quedarse en ellas un esqueleto desmembrado. Recuerdo que, durante años, una feligresa decidió darnos catequesis a las niñas del barrio en su propia casa. A veces, incluso nos dejaba merendar allí. Y todas salíamos de allí pensando y comentando la suerte que habíamos tenido con que la iglesia hubiera sido incendiada. Ya sabes, cosas de chiquillos».
Cartilla de raciocinio (collage y pintura), serie Azules y Rojos, pasado continuo.
«Cada familia tenía una cartilla de racionamiento a la semana. Según las provisiones, unas veces incluía arroz o garbanzos, o… Pero en ningún caso azúcar o café. Al final, cada uno vendía lo que tenía y el estraperlo se adueñaba de las calles».
Azules y Rojos (collage y pintura), serie Azules y Rojos, pasado continuo
«La familia quedó destrozada y sin recursos al faltar el único sueldo que la mantenía. Pepe, entonces de cinco años, se estremece aún por el doloroso recuerdo de su madre, que cayó desmadejada y rota de dolor en el primer escalón de la escalera de su piso vivienda, llorando entre lamentos y temblores, con el paquete de comida en sus manos, y a su hermano Pedro, de catorce años, al que él siempre había visto tan fuerte y seguro, clamar a gritos llorando: ¡Mi padre, mi padre!».
«Una tarde apareció corriendo por la playa un hombre de unos cincuenta años, con pinta de pescador o mariscador. Venía horrorizado y nos gritó descompuesto, pero sin siquiera pararse, que nos quitásemos de en medio, porque por la playa venían los soldados cortando cabezas. Todos los niños y niñas salimos aterrados corriendo de la playa, buscando refugio».
Boom, boom (collage y pintura), serie Azules y Rojos, pasado continuo.
Colas, garras, uñas y dientes (collage y pintura), serie Azules y Rojos, pasado continuo
“En la posguerra repartían cartillas de racionamiento que especificaban qué (según la disponibilidad) y cuanta cantidad de determinado alimento podíamos comprar por familia. Pero la mayoría de los productos estaban muy limitados y se agotaban enseguida. Es por eso que estábamos dispuestos a hacer largas colas para todo. Miraras dónde miraras toda la ciudad era una infinita fila de caras hambrientas. Filas y más filas.”
Arrestaban a alguien y, en muchos casos, no se volvía a saber de él o de ella. Las tapias de los cementerios amanecían cada vez más agujereadas y teñidas con más manchas rojizas; pero los cuerpos pocas veces aparecían.
Y las familias no sabían hacia dónde dirigir sus flores, sus respetos, sus rezos o lloros. Siquiera sus maldiciones.
No sólo asesinaban a sus vivos, sino que a su vez les robaban sus muertos.
Practicidad (collage y pintura), serie Azules y Rojos, pasado continuo.
Las pinturas pertenecientes a Azules y Rojos materializan memorias y escenas vividas por supervivientes de la Guerra Civil española y las contraponen y posicionan en su legítimo lugar físico y concreto en la actualidad. Todo acontecimiento se desarrolla y sucede en el mismo espacio solo que en diferentes líneas temporales. Y el amasijo de historias compartidas crea un conjunto de collages de realidades complejas y fragmentadas donde pasado y presente coexisten en una retroalimentación continua.
Como miembro de la editorial y blog colectivo Salto al reverso, Elvira Martos ha participado en nuestras revistas y antologías. Y, como artista independiente, ha presentado exposiciones de sus obras realizadas en distintas ciudades del mundo.
Los invitamos a conocer más sobre su inspiración, su proceso de creación, sus exposiciones y su relación con Salto al reverso en esta entrevista.
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