La paradoja socava
el lugar de tu ausencia;
se convierte
en el exacto hueco
de una tumba.
La risa sarcástica
—¿mi risa?—
blasfema
la muerte de la rima.
Los augures
huyen
impropios, ajenos.
Sin mecenas
ni metal
el pronóstico
promete lluvias y desiertos
en partes iguales.
Lo imposible
tornándose improbable
es esperanza.