
«Cada familia tenía una cartilla de racionamiento a la semana. Según las provisiones, unas veces incluía arroz o garbanzos, o… Pero en ningún caso azúcar o café. Al final, cada uno vendía lo que tenía y el estraperlo se adueñaba de las calles». |
«Cada familia tenía una cartilla de racionamiento a la semana. Según las provisiones, unas veces incluía arroz o garbanzos, o… Pero en ningún caso azúcar o café. Al final, cada uno vendía lo que tenía y el estraperlo se adueñaba de las calles». |
«Una tarde apareció corriendo por la playa un hombre de unos cincuenta años, con pinta de pescador o mariscador. Venía horrorizado y nos gritó descompuesto, pero sin siquiera pararse, que nos quitásemos de en medio, porque por la playa venían los soldados cortando cabezas. Todos los niños y niñas salimos aterrados corriendo de la playa, buscando refugio». |
Acorralado por la corrupción, meditando sobre la memoria histórica en marzo del año 2013 (tras escuchar Thanksgiving day November 28, 1986* de W.Burroughs)
Gracias señor por el mar mediterráneo, quizá sean sus orillas las más contaminadas del planeta. Gracias por la colonización de sociedades más desarrolladas como la fenicia o la griega en esta península de conejos y mil tribus analfabetas. Gracias por el imperio romano y su civilización y porque estamos justo a un extremo del primer mundo, aquel también llamado occidental (el globalizante). Gracias señor porque, por lo menos, aún estamos en el hemisferio norte.
Gracias señor por la iglesia católica y este cruce de caminos en que matarnos los unos a los otros bajo una cruz o una bandera puedes leer el resto aquí.
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