¿Gritan, pero quién los escucha?
¿Sufren, pero a quién le importa?
|Solo son un producto, algo para consumir,
algo
para saciar nuestra adicción al consumo,
los ves en el plato, su sangre, sus huesos
solo son un producto,
todo ese sufrimiento
solo para que los mastiques entre tus dientes.
¿Podrías mirarlos a los ojos y decirles:
Lo siento, mi apetito es más fuerte que tu sufrimiento?
Yo no…
La próxima vez que comas un pollo, o un pedazo de carne
de vaca, de oveja, o de cordero
o, tal vez, de cerdo, o pescado,
pensá que atrás de ese exquisito plato hay una vida
asustada, presa,
un producto
(más)
que sangra.