es más fácil cerrar el libro
que pasar página tras página de contenido inerte
líneas invisibles
párrafos en blanco
–
son las dos de la mañana y el gato habla con la luna desde la/mi ventana
otro sonido en la lejanía anuncia fiesta hasta el amanecer
–
lo abro por enésima vez para cerciorarme de que las hojas
pertenecen al mismo no-libro
que desleo
a deshoras
–
el rechinar de la puerta inaugura la letanía nocturna
el espíritu de la humanidad huye despavorido
elevando una brisa que aminora el calor sofocante
–
quiénes escriben el libro después de mi, de ti, de todas
hay tinta indeleble oculta en sus palabras
ocurre lo que no está impreso
narra lo que no ha pasado
en el papel están las fantasías
–
aún queda tiempo, la noche es larga
no busques las estrellas tras las nubes
ojalá llueva pues hace meses que las ideas se nos están derritiendo