Acerca de los pequeños logros


En mi calidad de hombre montaña, disfruto de sobremanera corregir en todas las reuniones sociales a quien note equivocado en el importantísimo tema de las insatisfacciones por no haber logrado alguna victoria conmemorativa que le diera sentido a su vida.

Cuando eso sucede, me levanto enérgicamente y me acerco al causante de tal comentario, alzo teatralmente la mano izquierda y le digo, mirándole a los ojos, lo siguiente:

—La vida no se mide por las grandes guerras ganadas, sino por las pequeñas victorias. Cometemos el error de engrandecer las expectativas de la guerra, que olvidamos que la mejor táctica para disfrutar la vida es la guerrilla.

»La guerrilla son los besos robados, las palabras bien dichas, el huevo bien cocido, la buena mano de póker de los sábados, las botas sucias, el sexo, los te quieros y los no me olvides (por mencionar algunas).

»La vida es una guerra de guerrillas —les digo mientras me retiro—. Es no ver la oscuridad del firmamento por distraerse en las estrellas, es cientos de fuegos artificiales haciéndonos sonreír.

En mi calidad de hombre montaña, me acerco a las fiestas y a las copas, con el firme propósito de erradicar la tristeza de los pobres ignorantes que no saben buscar felicidad.

Cultivo de incultos


Compartimos la aportación de Elvira Martos para la contraportada de la revista 4 de Salto al reverso.

Visiten su página aquí: http://elvenmg.wix.com/elviramartos#!Nueva-imagenJPG/zoom/cy5w/image_1iuw

Me atrevo a colocar un texto de la autora acerca de su imagen, el cual no fue incluido en la versión final de la revista.

Un coro de niños gira y canta. «Silencio en la sala, el burro va a hablar; el primero que hable, burro será. A callar, ya, ya».

Y todo se hace silencio.

Querían privatizar la sanidad y los asnos callaban. La mirada de soslayo al burrito vecino que está siendo desahuciado. Y proliferan las anteojeras del miedo. Y los silencios.

«Un borriquito como tú, tu ru rú, que no sabe ni la u, tu ru rú», siguen cantando y girando los niños.

El sistema escolar cambia y se empobrece. Las ayudas al estudio desaparecen. Y poco a poco, todo son colas y orejas. Los animales de carga sólo miran al frente, dócilmente trabajan para comer y agachan la cabeza. Analfabetos y orgullosos de sus fardos. Sólo los más presumidos se peinan las crines. Y sigue el silencio vergonzoso y cómplice.

Elvira Martos

revista salto al reverso 4 octubre noviembre46

Ser consciente


* Ser consciente tiene un precio*

Pululas, trashumante, por las ruinas
de un mundo agonizando entre estertores;
censuras, sin piedad, necios temores
y exhortas esas ansias más genuinas.
Avanzas entre ciénagas oscuras
perdido en una noche sin costuras,
ajena a claridades trascendentes
acervo de las almas soñadoras
que tejen, incansables, mil auroras
escarnio de esos pobres inconscientes.

Sonríele a la vida aunque te duela
e hinque el mal sus garras en tu carne
con furia primitiva y te desguarne
el alma de los dones que revela.
Si encintas van las nubes de dolor
del llanto de tu estrella sin fulgor,
la umbría soledad de tu destierro
no debe estremecer tu confïanza
ni urgirte a abandonar toda templanza
vagando tan doliente como un perro.

Rosa (29/10/2013)

_______________________

Desguarnir:

1. tr. Mar. Zafar del cabrestante las vueltas del virador, la cadena de un ancla, etc., o despasar la beta de un aparejo que laborea por motón, cuadernal o guindaste.
2. tr. ant. Despojar de los adornos y preseas.

Preseas:

Joyas, alhajas, aderezos…