Como volar


Bastó con mirar al cielo y dejarme perder en su laberinto de blancos y azules. Bastó con escuchar al vacío en el aire, su inexistente existencia me relajaba. Cuanta más atención prestaba, más me entregaba a la infinita muestra del tiempo. Mi viaje iniciaba.

«Si tan solo tuviese alas», pensaba. Era de las pocas cosas que lamentaba carecer. No se trataba de un asunto de desplazamiento o similar, se trataba del sentimiento. Las emociones que se manifestarían por el simple hecho de llegar a donde un ser sin alas jamás podría… Ni siquiera soy capaz de describirlas, nunca he volado por mi cuenta. Pero de igual manera mi viaje había iniciado. No tenía alas, pero había aprendido a prescindir de ellas. Para mí, la acción de volar había adquirido una sutil diferencia con la definición tradicional, trayendo consigo algo más que un disentimiento. Maximizaba mis emociones.

Volaba, realmente lo hacía. Saltaba de nube en nube mientras jugaba con las gotas de agua que flotaban dispersas por el aire. Las fugaces ráfagas de viento despeinaban mi cabello sin pena, pero no le daba importancia, no siempre volaba con tanta libertad. No me cansaba, no sentía un solo rastro de cansancio en todo mi cuerpo, era la mejor de las sensaciones en mucho tiempo. Tiempo… solo avancé sin tener idea de cuánto tiempo pudo pasar desde que inicié mi vuelo.

Y luego, la gravedad regresó. Me di la vuelta súbitamente, allí estaba un rostro conocido mirándome con una evidente señal de interrogación.

—¿Estás bien? —me preguntó él con su rostro aún lleno de signos interrogantes.
—Sí, disculpa, estaba ido en mis pensamientos.
—Está bien, no pasa nada. Vamos, es hora de que realices tu presentación al directorio.

Mi viaje había terminado.

Más allá… – Esteban Mejías

El santuario de la brevedad


santuarioSácale chispas
a un témpano de hielo,
haz escarcha de mi fiebre existencial,
sé bandera, cuna, eyaculación, conciencia, símbolos,
inspiración, erotismo, escapulario,
quimera, sueños, manto,
raza, duda, rezo
dimensión,
hemisferios, música,
arte, magia, creencias, verbo,
todopoderoso del nano silencio, espasmos inéditos, orgasmo de letras,
déjame lactar tus adentros con la secreción pura de los suspiros de la micro
literatura inmaculada, ser madre de las palabras, padre de un verso inexplorado,
primogénito de narraciones reencarnadas en rosarios, hábitos, cruces, vírgenes, calvarios, laberintos y leyendas en la  excitada soledad,
ser el dios de crucigramas y rompecabezas crucificados,
hincados todos en penitencia ante el santuario de la brevedad,
con un eterno
voto de castidad.

rosanaLa foto es original de mi esposa, Rosana Medina Peraza, y ha autorizado su uso en esta entrada. 

Microcuento: EL TULIPÁN ENCANTADO


TulipánTodo en un principio era luz y energía. Cientos de polvos cósmicos danzaban entre los unicornios. La imaginación tomó forma de tulipán y comenzó a brillar más y más según aumentaba el ritmo sus delicados pétalos amarillos.

El tulipán mágico dejó escapar decenas de hilos de luz de su pequeño centro y al final de cada uno fueron apareciendo hadas, duendes, unicornios, centauros, libélulas, sirenas, dragones, caballos alados y magos. Este tulipán parlante cantaba como los ángeles en todos los idiomas y dialectos simultáneamente.

Al  guiñar uno de sus pétalos luminosos se crearon los sueños en el mundo de los mortales. Así se originó el mundo onírico para que los seres humanos puedan descansar su espíritu, después de un largo día de trabajo.

Imagen sacada de http://kaligrafinusantaraonline.wordpress.com/page/10/

Kaligrafi Nusantara Kami Berkarya dan Syiar Islam Melalui Kaligrafi. Este microcuento es un homenaje a su excepcional blog. Este blog está repleto de belleza y arte, los invito a disfrutar las maravillas de este excepcional artista.