Fotomontaje: Entrevista a una lágrima – 2016 Edwin Colón
¿Alguna vez has conversado con una lágrima?
Anda, atrévete
Pregúntale el por qué de su existencia
¿Qué la hizo emerger de tan profunda cueva?
Acaso diminutos fantasmas que alborotan e intranquilizan su despedazado corazón
¿Qué la empuja tras la córnea infernal
al gran abismo exterior que la aterra?
¿De dónde vienes?
¿Hacia dónde te diriges?
¿Qué fuerza cósmica te nutre las venas de la creación?
Con tanta prisa desembocas en las inmensas aguas de la soledad
Te lanzas en estallido a un irremediable precipicio
Pensé una vez
que creciste en mi mente
y por ser transparente
eras esencia
de algo que no tiene
circunstancias
Pero sigo en la duda
con la eterna alergia a la esperanza
¿Será la locura de perderte?
No sé, si eres copia de sentimientos ajenos,
de gente que me lastimó las entrañas en el camino
O si eres retrato auténtico de mis adentros
Déjame huir contigo,
Salir de esta carne-prisión
de este espejo imperfecto
¿Acaso seré un simple pensamiento tuyo?
Soy la presa y no el anzuelo
¿Eres tú quién me piensa?
¿Eres tú mi Creadora?
¿Qué seré yo cuando en un cerrar de ojos, en un suspiro, desaparezcas?
Sé muy bien que te aferras muchas veces en algún rincón de mi tristeza
y tus gritos se esparcen como avalancha de hojas secas sobre la memoria
¿Qué no quieres que descubran quién eres?
¿Esa timidez que me presentas es innata o quizás aprendida
en tu tan larga espera?
¿Sabes cómo reaccionó la lágrima a todos mis efímeros cuestionamientos?
Enmudeció, respiro fuerte, tan fuerte como lo permitía su delicado cuerpecito
y mirándome colmada de ternura siguió mi crucigrama de recuerdos
con la sonrisa más cálida, con una humildad abrumadora
Me habló.
Soy tu alma, soy tu sombra condensada de caricias viejas,
de sueños ultrajados, soy tu sueño, de color profundo y olor a silencio,
No tengo más reverso que tu Yo,
Nado y hago piruetas
en las aguas ardientes del deseo y la pasión
que llamas equivocadamente sentimientos
Soy tu sangre virgen,
la sangra violada de tu alma castrada por las mentiras,
Soy tu todo
y siempre estoy contigo
Y cuando el sol se agota
o el calor de la paciencia
me estremece
me vuelvo luz
y nuevamente entro
un regreso triunfal a tus adentros
hasta el alma
muerte y vida
simultáneas
sin dimensión, sin frenos,
sin etiquetas, sin destierros…
No hay manera de escapar del dolor al ser traicionado,
en especial, cuando el amor se desborda a cántaros, queman, arden y supuran las heridas,
y se cuela por las rendijas que el tiempo no ha logrado sellar todavía
en un destronado, frágil y confundido corazón.
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