De manera casual, me topo con esta cita: «Se ha introducido en nuestras mentes esa idea nueva de que si no consumes no eres nada. Si no consumes, tú no eres nadie. Y eres tanto más cuanto eres capaz de consumir. A partir de que el ser humano se mira a sí mismo como un consumidor, todas sus capacidades disminuyen, porque todas van a ser puestas al servicio de una mayor posibilidad de consumir». Son palabras de José Saramago que fueron citadas en el blog «Otros cuadernos de Saramago». En algún momento copié la referencia pero ahora que busco el blog ha desaparecido.
En todo caso, coincido con el autor lusitano: me gusta recordar que en mi esencia no está consumir, que soy más que lo que quiero/puedo comprar, que nada en mí cambiaría si dejara de adquirir las novedades del mercado. Y aunque a veces me someto a sus dictados, otras los vivo como una exigencia feroz, de la que quisiera liberarme para conectar con la vida simple, natural y trascendente. En ello, la yoga y la meditación son puntos de referencia que me ubican en el «aquí y ahora» y me ponen en contacto con lo que no pasa de moda ni tiene una obsolescencia programada, eso que soy realmente yo.