Te elijo a ti


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Foto: Brooke Cagle (CC0).

 

Te elijo a ti, más que a las prisas matutinas

y al reloj que marca los pasos hacia esa calle desierta,

sin propósito ni miradas despiertas.

 

En este sueño sin miedos ni sentido, te elijo a ti.

Porque bailas en la cuerda floja del destino, dejándome caer,

sin esperar más de lo que hoy quiera ofrecerte.

 

Te elijo a ti, por encima de mis sombras y locuras,

por debajo de estas sábanas donde la vida comienza

cuando muerdes mis labios y atrapas mi deseo sin preguntas.

 

 

Te elijo a ti, en medio de esta vida congelada de diciembre,

lejos de las luces de este árbol desnudo de promesas,

llenando de vacíos y esperanza mis heridas de muerte.

 

Sí, te elijo a ti, igual que la vida abraza el aire,

con domingos de café y bicicleta; sin ruidos ni testigos.

Sin un «para siempre», solo tu alma en mi latido.

El círculo


circulo
Foto Levi Xu. Unsplash

 
La niña trazaba un círculo con su pie, pequeño y desnudo, y la arena del parque obedecía envolviéndola en una circunferencia. “Aquí estaré a salvo de su tristeza” se dijo, relajando la tensión de su rostro.

 
A pocos metros, una mujer y un hombre la observaban sin disimulo: “¿Has visto como se cierra sobre sí misma, aislándose de su entorno? Ya te lo dije, es demasiado introvertida”, observó el padre psicólogo, y corroboró la testigo amorosa; como siempre desviando la atención hacia un aspecto circunstancial.

 
Los adultos nunca saben mirar bien.

 

 
El gris de los Colores

Como siempre fui


Siempre fui
de pies pequeños
y sueños grandes.
Me calcé
de una colección
de medias blancas y simples.
A las que les salían
un par de alerones con ruedines.
Por si en algún momento
anunciaban señal de salida
y echaban a rodar.
Siempre fui
de pies pequeños
y sueños colgantes.
De aquí a la Luna.
De la Luna a un mundo.
De un mundo a otro.
Haciendo malabares,
acrobacias, locuracias
o haciéndome un ovillo.
Liándome en la cuerda
como la lana
al finalizar la tarea.
Siempre fui
de mirada perdida
en el horizonte.
Hasta allí…
Cualquier punto
en el que volvieses
a recordarme
cómo fui siempre.

De miradas, luces y sombras


miradas luces y sombras
Tinta blanca sobre hoja canson negra Abril 2015 – Silvina Patano