Tan azul y tan afable,
así es tu imagen práctica y disoluta,
azulada y trasatlántica.
Místico manto de aguas prístinas que conjugan
tranquilidad y hermosura
y que con sus insípidas olas
se muestra más afable y más tranquilo
que el mismísimo Pacífico.
Y, sin embargo, esa es tu historia vivida
entre corrientes submarinas
que arrecian a los navegantes.
Agua prístina y azulada en compacto, con el cielo,
desde América, hasta África y Europa,
nadie se desliga de tu prominencia y compañía:
azul Atlántico.

Debe estar conectado para enviar un comentario.