Fitónimo


Evónimo_en_Montevideo

Cerca de la orilla de un río epónimo
un prolijo jardinero recortaba un seto;
dicen que, al tratarse de un evónimo,
recortarlo significa un gran reto.

Al acercarse un otoño sin antónimo,
los jardines se mustian en concreto;
pero el último calor, un poco anónimo,
nos obsequia este color tan discreto.


Foto de un ejemplar de evónimo (Euonymus japonica) en un jardín uruguayo.
El río Uruguay es un típico caso de epónimo geográfico.

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Me toco los ojos


Me toco los ojos.
Ellos son conscientes de mí,
pero no de lo que ven,
ni de la fuerza empleada
por ese sentimiento purpúreo
al salir,
a través,
de ellos.
Me toco los ojos.
Mis dedos le contagian
una palpitación abismal.
Provocando un compás
diferente a mi corazón.
Estoy escuchando
cómo calla la madrugada
y cómo ese silencio es sábana
de estos dos faros míos.
Ambos están lejos
del mar
—y de la tierra.
Me toco los ojos
y el sueño
vuelve
a mí.

Sonido de vacaciones


​A mi espalda se oye rodar una maleta sobre el pavimento irregular

troco-troco-troco-troco-tro

Y en mi cara se dibuja, espontánea,
una sonrisa.

Que suene, que suene,
aunque le estallen las ruedas
por fin empiezan hoy
las vacaciones de primavera.

Merche | La ilusión de todos los días