Tal vez sólo sea un hombre perdido en la oscuridad de una habitación. Tal vez sólo sea un hombre sin fe ni religión. Un hombre devastado por sus miedos, absurdos como las voces que amenazan su paz interior.
Quizás hoy sólo sea un domingo cualquiera. Quizás hoy sólo sea un día de agosto que después olvidaré.
Así que voy a la cocina por una taza de té.
Ahí está la luna asomando, ilumina el cielo con su melancolía infinita. Ahí estoy yo también, intentando convencerme a mí mismo de que pronto todo irá bien.
¿En el inicio que existía? Luego llegaste tú, y mi vida comenzó de nuevo. Luego te fuiste, tú. Desde entonces…
“Si lastimas a alguien…”. No habrá tiempo suficiente para recuperarte y volver a ser quienes fuimos.
Subo las escalones con cuidado de no resbalar. En mi cabeza, los momentos que impregnan este sitio no se han ido todavía: tú, desnuda al final del pasillo. Tú, tu piel suave y tu cabello alborotado, después de hacer el amor.
Encuentro la revista de modas que tanto te gusta encima del televisor. Imposible escapar… lo mucho que has calado, hondamente, tan adentro. Mientras pienso en todas esas cosas que planeamos juntos y jamás llegamos a realizar, la tristeza me oprime el corazón.
Sin ti, esta casa luce tan vacía.
Decido dar un paseo para evadirme del dolor. Seguir obstinándose ya no tiene sentido. ¿Acaso dijiste que lo pensarías? No.
Aunque duele reconocerlo, tú no volverás y la vida… la vida debe continuar su recorrido.
Camino entre rostros extraños y nombres desconocidos. Soy un hombre, ¿o sólo la sombra de quien pude haber sido, si tú…?
6PM. Me pregunto cuántas veces he visto el mismo atardecer. La noche se acerca como una repetición absurda, conjura con sus misterios el destino ineludible.
También la ciudad es un lugar vacío. Extraño acariciar tus mejillas con mis labios, nuestras tardes y los paseos tomados de la mano.
¿Si tratase de reconocerme en la soledad que has dejado? No quedaría sitio para dejar atrás el daño. Sería resignarme, perderte para siempre. ¿Si decido ir detrás de tus pasos, recuperar cada huella del pasado?
Tu silencio acompañándome… lento, cabizbajo.
“Si lastimas a alguien, no habrá una segunda oportunidad para arrepentirte y remediarlo”.
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